¿Qué son los ocho pilares Ashtanga Yoga?
1. Yamas:
Los dos primeros pilares del Ashtanga Yoga establecen el código ético que un
yogui debe seguir de acuerdo a Patanjali. En concreto, yamas son las
reglas o regulaciones sociales que buscan establecer límites de conducta que
mantengan la armonía entre el yogui y el resto de la sociedad. Estos principios
nos ayudan a mantenernos libres de complicaciones y conflictos con el mundo
exterior. Los yamas son cinco: ahimsa (no-violencia, o no
dañar), satya (sinceridad), asteya (honestidad),
bramacharya (abstinencia sexual, o no tener relaciones sexuales
con nadie más que con la propia pareja) y aparigraha (no ambición).
Estas cinco regulaciones deben ser practicadas a través de nuestras acciones,
nuestras palabras y nuestros pensamientos.
2.- Niyamas:
Estas son regulaciones que nos ayudan a fortalecer nuestra disciplina. Son traducidas como autoregulación, o reglas de observancia personal. Además, son la base para cualquier tratamiento Ayurvédico o Yóguico, porque establecen el soporte mental y espiritual que complementa un tratamiento físico, dando lugar a un tratamiento integral. Los niyamas son cinco: shaucha (limpieza), santosha (alegría/satisfacción), tapas (austeridad), svadhyaya (estudio propio) y Ishvara Pranidhana (rendirse a la voluntad del Ser Supremo).
Aunque tanto los yamas, los niyamas, como el sistema completo de Ashtanga Yoga, fueron enseñados a los yoguis como una vía hacia la liberación o samadhi, estas enseñanzas también pueden ser aplicadas a la vida cotidiana de cualquier persona. Ellas constituyen la plataforma desde la cual uno puede establecer una práctica espiritual.
2.- Niyamas:
Estas son regulaciones que nos ayudan a fortalecer nuestra disciplina. Son traducidas como autoregulación, o reglas de observancia personal. Además, son la base para cualquier tratamiento Ayurvédico o Yóguico, porque establecen el soporte mental y espiritual que complementa un tratamiento físico, dando lugar a un tratamiento integral. Los niyamas son cinco: shaucha (limpieza), santosha (alegría/satisfacción), tapas (austeridad), svadhyaya (estudio propio) y Ishvara Pranidhana (rendirse a la voluntad del Ser Supremo).
Aunque tanto los yamas, los niyamas, como el sistema completo de Ashtanga Yoga, fueron enseñados a los yoguis como una vía hacia la liberación o samadhi, estas enseñanzas también pueden ser aplicadas a la vida cotidiana de cualquier persona. Ellas constituyen la plataforma desde la cual uno puede establecer una práctica espiritual.
¿Cómo podemos aplicar estos ancestrales conceptos en nuestra vida moderna?
Analizemos algunas implicancias del concepto shaucha (limpieza). Limpieza en el aspecto personal puede ser entendido como mantener nuestro cuerpo limpio externamente (duchas, lavado de cabello, cepillado de dientes y cualquier cosa que necesitemos para mantener nuestra higiene personal) e internamente (alimentándonos adecuadamente, realizando limpiezas periódicas, entre otros). Desde un punto de vista ecológico, limpieza puede entenderse como al mantenimiento del medioambiente donde vivimos, tan limpio, ordenado y organizado como podamos. No solo nuestra habitación, nuestro hogar, sino que también nuestro barrio, ciudad, país, nuestro planeta. Existen acciones fáciles y básicas que podemos seguir para respetar estos principios: tirar nuestra basura solo en lugares designados con este propósito, reducir la cantidad de productos que compramos y usamos en nuestra vida diaria, reusar lo que hemos comprado o usado, reciclar cada elemento que podamos, hacer abono de residuos orgánicos para darle al suelo lo que él nos ha dado; involucrarse en la comunidad o en campañas nacionales para proteger o recuperar el orden natural que la naturaleza una vez tuvo.
Analizemos algunas implicancias del concepto shaucha (limpieza). Limpieza en el aspecto personal puede ser entendido como mantener nuestro cuerpo limpio externamente (duchas, lavado de cabello, cepillado de dientes y cualquier cosa que necesitemos para mantener nuestra higiene personal) e internamente (alimentándonos adecuadamente, realizando limpiezas periódicas, entre otros). Desde un punto de vista ecológico, limpieza puede entenderse como al mantenimiento del medioambiente donde vivimos, tan limpio, ordenado y organizado como podamos. No solo nuestra habitación, nuestro hogar, sino que también nuestro barrio, ciudad, país, nuestro planeta. Existen acciones fáciles y básicas que podemos seguir para respetar estos principios: tirar nuestra basura solo en lugares designados con este propósito, reducir la cantidad de productos que compramos y usamos en nuestra vida diaria, reusar lo que hemos comprado o usado, reciclar cada elemento que podamos, hacer abono de residuos orgánicos para darle al suelo lo que él nos ha dado; involucrarse en la comunidad o en campañas nacionales para proteger o recuperar el orden natural que la naturaleza una vez tuvo.
Por otro lado, shausha también se puede aplicar a nuestra mente. ¿Como se ensucia o desordena nuestra mente? A través de pensamientos, emociones, sentimientos como avaricia, celos, odio, egoísmo o egocentrismo. ¿Cómo limpiamos nuestra mente? Podemos realizar distintas acciones que nos permiten limpiar nuestra mente diariamente: por ejemplo tener una práctica diaria que incluya meditación, asanas, pranayama y resos. Además podemos reemplazar los sentimientos o pensamiento de egocentrismo (a través de la superación de los patrones que los generan) con otros que reconocen la verdadera naturaleza de nuestro ser interior, como empatía o practicando directamente compasión con otros. A través de la aplicación diaria de shaucha, nos mantendremos limpios, así como también nuestro medioambiente y también estaremos respetando otros principios envueltos en nuestras acciones (ahimsa, tapas y aparigraha).
3. Asanas: Claramente son las más conocidas de los pilares del yoga en la sociedad occidental. Son las posturas físicas que nos permiten mantener un cuerpo saludable y tonificado. Aún más, a través de estos movimientos somos capaces de liberar patrones que nuestro cuerpo mantiene dentro de nosotros. Las asanas nos ayudan a direccionar nuestra atención hacia adentro y preparar nuestra mente para meditar. De hecho el propósito de las asanas es traer consciencia del cuerpo, para que así en el futuro podamos traer consciencia de nuestras mentes. Patanjali sugiere este orden, porque el cuerpo es más facil de entrenar que la mente. Por lo tanto, la práctica de asanas constituye un proceso de meditación en sí mismo, haciendo cada movimiento un movimiento consciente, siendo así conscientes de cada respiro. Si quieres saber más sobre asanas, visita nuestra sección dedicada a este tema. Haz click aquí. |
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4. Pranayamas: Esta palabra en sánscrito hace referencia a las técnicas de respiración que nos permiten mejorar nuestra fuerza energética vital o Prana. Como Gregor Maehle dice en su traducción de los Yoga Sutras de Patanjali "Cuando la postura es alcanzada, pranayama es practicado, el cual remueve la agitación de la inhalación y exhalación" (sutra 49, capítulo II). Él también dice, "Pranayama es el estudio y ejercicio de la respiración hasta el punto donde está apaciguada y no agita la mente" (1). Además puede ser una manera de meditación, donde convertimos nuestra respiración en un proceso voluntario, y enfocamos nuestra atención en dichas inhalaciones y exhalaciones. Si quieres saber más sobre pranayamas, visita nuestra sección dedicada a este tema. Haz click aquí. |
5. Pratyahara: Este puede ser el pilar más olvidado del sistema de Ashtanga Yoga. Pratyahara significa retraimiento de los sentidos, es la renuncia al placer sensorial a cambio de un placer más elevado: la absoluta felicidad que viene de la experiencia de lo divino. Cuando empezamos a practicar el retraimiento de los sentidos, nos dirigimos al siguiente propósito: desde ahora en adelante, nuestro ser interior comandará nuestros sentidos y no al revés. Para practicar pratyahara, primero necesitamos evaluar, usando nuestra inteligencia, si el objeto que estamos percibiendo tiene realmente un efecto positivo en nuestro desarrollo; y si lo tiene, interactuamos con él. Con pratyahara comenzamos a seguir nuestra mente hacia adentro, y dejamos de seguirla hacia afuera.
Esto tiene un efecto práctico. Cuando la mente es dirigida hacia afuera, no somos capaces de percibir los aspectos mas profundos de nuestra consciencia. Sin embargo, si dirigimos nuestra mente hacia adentro, seremos capaces de conocer nuestro verdadero ser, el que no ha cambiado ni evolucionado, la existencia suprema. En cualquier momento que nos desapeguemos de un fuerte deseo o adicción, estamos practicando pratyahara.
Existen muchas prácticas que nos pueden ayudar a ir más profundo en pratyahara. Por ejemplo, si estás practicando asanas y un delicioso aroma viene desde la cocina, tú deberías ponerte a prueba y mantenerte haciendo asanas hasta el final de la sesión, en vez de ir corriendo hacia la cocina impulsado(a) por los sentidos. Otra forma de practicar, es dirigiendo la vista hacia un punto en particular (drishti) o puedes dirigir tu sentido auditivo hacia tu respiración, concentrándote en el momento presente, libre de cualquier perturbación.
Pratyahara es el paso previo hacia dharana y dhyana (concentración y meditación, los pilares siguientes), es necesario dominarlo para luego proceder a los pasos más elevados.
6. Dharana: Se dice que dharana comienza los pilares internos del sistema Ashtanga Yoga. Dharana ha sido traducido como concentración. Patanjali define dharana como la fijación de la mente en un punto o objeto, el que puede ser interno (el centro umbilical, el tercer ojo, la corona de la cabeza o la respiración) o externo (un mantra, una visualización, la llama de una vela como en el shatkarma trataka, una deidad o un objeto donde podamos fijar nuestra mente, esto dependiendo de nuestra preferencia). Este punto u objeto se hará más y más
intenso dentro de nuestra mente, de forma que seremos capaces de detener las fluctuaciones de la mente. Estaremos conscientes del objeto y nada más. Dharana es un proceso de entrenamiento: a veces nuestra concentración puede caer, pero debemos volver a intentarlo una y otra vez. Esto es obligatorio para poder alcanzar el estado de meditación o dhyana.
7. Dhyana: Dhyana se puede pensar como dharana de mayor calidad. Si dharana es definido como concentración, dhyana es meditación. Patanjali dice que es un "flujo inenterrumpido del contenido de la consciencia" (sutra 2 capítulo III, según la traducción de Swami Satyananda Saraswati). Lo que significa que en este estado no existen detenciones en el flujo de la consciencia, no hay fluctuaciones debido a objetos o pensamientos. La mente permanece simplemente quieta. Solo tendremos consciencia: del objeto y de nosotros mismos practicando meditación. Puede que tengamos una comunión más profunda con el obejto en el que estamos meditando. Tendremos solo una idea, intocable, incambiable por circunstancias externas.
Esto tiene un efecto práctico. Cuando la mente es dirigida hacia afuera, no somos capaces de percibir los aspectos mas profundos de nuestra consciencia. Sin embargo, si dirigimos nuestra mente hacia adentro, seremos capaces de conocer nuestro verdadero ser, el que no ha cambiado ni evolucionado, la existencia suprema. En cualquier momento que nos desapeguemos de un fuerte deseo o adicción, estamos practicando pratyahara.
Existen muchas prácticas que nos pueden ayudar a ir más profundo en pratyahara. Por ejemplo, si estás practicando asanas y un delicioso aroma viene desde la cocina, tú deberías ponerte a prueba y mantenerte haciendo asanas hasta el final de la sesión, en vez de ir corriendo hacia la cocina impulsado(a) por los sentidos. Otra forma de practicar, es dirigiendo la vista hacia un punto en particular (drishti) o puedes dirigir tu sentido auditivo hacia tu respiración, concentrándote en el momento presente, libre de cualquier perturbación.
Pratyahara es el paso previo hacia dharana y dhyana (concentración y meditación, los pilares siguientes), es necesario dominarlo para luego proceder a los pasos más elevados.
6. Dharana: Se dice que dharana comienza los pilares internos del sistema Ashtanga Yoga. Dharana ha sido traducido como concentración. Patanjali define dharana como la fijación de la mente en un punto o objeto, el que puede ser interno (el centro umbilical, el tercer ojo, la corona de la cabeza o la respiración) o externo (un mantra, una visualización, la llama de una vela como en el shatkarma trataka, una deidad o un objeto donde podamos fijar nuestra mente, esto dependiendo de nuestra preferencia). Este punto u objeto se hará más y más
intenso dentro de nuestra mente, de forma que seremos capaces de detener las fluctuaciones de la mente. Estaremos conscientes del objeto y nada más. Dharana es un proceso de entrenamiento: a veces nuestra concentración puede caer, pero debemos volver a intentarlo una y otra vez. Esto es obligatorio para poder alcanzar el estado de meditación o dhyana.
7. Dhyana: Dhyana se puede pensar como dharana de mayor calidad. Si dharana es definido como concentración, dhyana es meditación. Patanjali dice que es un "flujo inenterrumpido del contenido de la consciencia" (sutra 2 capítulo III, según la traducción de Swami Satyananda Saraswati). Lo que significa que en este estado no existen detenciones en el flujo de la consciencia, no hay fluctuaciones debido a objetos o pensamientos. La mente permanece simplemente quieta. Solo tendremos consciencia: del objeto y de nosotros mismos practicando meditación. Puede que tengamos una comunión más profunda con el obejto en el que estamos meditando. Tendremos solo una idea, intocable, incambiable por circunstancias externas.
8. Samadhi: En un estado más elevado, dhyana se convierte en samadhi. Ahí no hay diferencia entre nosotros y el objeto en el que estamos meditando: solo hay una completa unión con el objeto. Incluso la consciencia de nosotros mismos practicando meditación desaparece, y solo el objeto permanece, brillando por si mismo. Ya no hay más mente, por lo menos en la manera en la que solíamos conocerla, con los filtros de nuestros sentidos, percepción, interpretación. Solo el completo conocimiento del objeto permanece allí: este es el verdadero significado de la palabra experiencia. Seremos completamente libres de las fluctuaciones de la mente y sus patrones. Esto es por lo que samadhi es liberación, el último objetivo en Yoga.
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- ¿Qué es Yoga?
Bibliografía general para esta sección:
Referencias
- Four Chapters of Freedom, Commentary of the Yoga Sutras of Patanjali. Swami Satyananda Saraswati. Yoga Publications Trust, Munger, Bihar, India, 1976.
- Ashtanga Yoga, Practice and Philosophy. Gregor Maehle. Kaivalya Publications, Australia, 2006.
Referencias
- Maehle, G. (2006) Ashtanga Yoga, Practice and Philosophy. Kaivalya Publications, Australia, 2006.